Ya sea en nuestro entorno familiar o en el profesional, todos conocemos a una persona que está continuamente hablando de sí misma y que no suele alegrarse por los éxitos de los demás. Es una persona pesimista que construye su imagen a partir de las quejas y el victimismo. Si esa persona presenta alguna de estas características, no cabe duda de que se trata de una persona tóxica. Si quieres saber cómo identificar este comportamiento e intentar lidiar con esta persona, vamos a darte algunos ejemplos de personalidades tóxicas a continuación y una serie de consejos que te ayudarán a sobrellevar el día a día junto a este tipo de personas.
Índice
¿Qué significa que una persona sea tóxica?
Cuando hablamos de una persona tóxica, nos referimos generalmente a una persona envidiosa, manipuladora y pesimista. Suelen ser personas egocéntricas, es decir, que disfrutan siendo el centro de atención, y que hablan de sí mismas continuamente, incluso cuando no se les pregunta. Este tipo de personas afectan de forma negativa en el día a día del resto de personas, bien sea en el clima de una empresa, en un grupo de amigos o en la familia, de manera que se convierten en el elemento disruptivo que puede llegar a romper los lazos laborales, familiares o de amistad e, incluso, a extender ese comportamiento negativo a los demás.
Características de las personas tóxicas
Muchas veces nos preguntamos cómo podemos saber si una persona es tóxica incluso sin conocerla. Aunque hay diversos trucos para identificar a una persona tóxica, también hay una serie de características comunes a este tipo de personalidad. Veamos algunas de las más llamativas a continuación:
- Son egocéntricas: este es uno de los rasgos más característicos de las personalidades tóxicas. Son personas que hablan continuamente de sí mismas y que no proyectan ningún interés en conocer las opiniones o las valoraciones de los demás. Tampoco se suelen interesar por el estado de ánimo o las circunstancias personales.
- Visión pesimista de todo: las personas tóxicas construyen su discurso a base de críticas y quejas. Son las típicas que siempre destacar el lado negativo de todo, por mucho que intentes proponerles el punto de vista más amable.
- Rol de víctimas: las personas tóxicas aman ser el centro de atención y, aunque aparenten ser duras y seguras, se esconden con frecuencia en el papel de víctimas.
- Falta de empatía: no son conscientes del impacto negativo que pueden generar sus comentarios o sus acciones. Su egocentrismo les impide ver más allá y sabotean la autoestima de los demás.
- No se alegran por los triunfos de los demás: esa falta de empatía, junto con su ansiosa necesidad de ser el centro de atención, las convierte en personas envidiosas. No comparten las alegrías de los demás como tampoco mostrarán interés en apoyar a una persona que está atravesando una época complicada.
- Son infelices: en definitiva, las personas que tienen comportamientos tóxicos no son felices. Se frustran con facilidad y carecen de estabilidad emocional con la que poder construir su propio bienestar y su felicidad.
Ejemplos de personas tóxicas o conductas tóxicas
¿Cómo saber si una persona es tóxica? Aquí tienes una serie de ejemplos de conductas tóxicas que te permitirán averiguar si una persona ostenta este tipo de personalidad:
- Si una persona está continuamente hablando de sí misma y no muestra interés por escucharte, es una persona tóxica.
- Si una persona desea tener lo que tú tienes y no se alegra por tus éxitos en el trabajo, es una persona tóxica.
- Si una persona intenta convencerte de que otra persona no te conviene y resalta continuamente sus defectos, es una persona tóxica.
- Si una persona trata de cambiar continuamente tu punto de vista o trata de convencerte para que tomes o no una decisión, es una persona tóxica.
- Si una persona no muestra empatía por los demás ni remordimientos por sus acciones, es una persona tóxica.