El cuerpo de los seres vivos es asombroso, algo que sabe muy bien la biología, no obstante según pasa el tiempo vamos descubriendo secretos sobre el cuerpo de los seres vivos que nos desvelan de las cosas extraordinarias de las que somos capaces sin ni siquiera saberlo. El encargado del movimiento del cuerpo humano es el aparato locomotor, que permite a los seres humanos y a los animales interactuar con el medio que les rodea a través de la locomoción o movimientos. Pero algunas veces estos movimientos no son voluntarios.
Más adelantes encontrarás algunos ejemplos de movimientos voluntarios e involuntarios que te harán entender, de una manera mucho más clara, cómo funciona nuestro cuerpo y por qué hace las cosas que hace.
Índice
¿Qué son los movimientos voluntarios?
El cuerpo de los seres vivos controla los movimientos voluntarios mediante el razonamiento. Digamos que son todas aquellas respuestas musculares ante un estímulo, cuya orden proviene del cerebro. Para entenderlo mejor, somos nosotros mismos los que queremos realizar un movimiento y así se lo informamos al cerebro para que envíe los impulsos nerviosos necesarios para realizarlo.
Realizamos movimientos voluntarios continuamente, como caminar, comer, correr, coger objetos...
¿Qué son los movimientos involuntarios?
En contra de los movimientos voluntarios, existen los movimientos involuntarios. Estos también se pueden llamar reflejos. En el caso de estos movimientos, son los nervios sensitivos los que llevan la información del estímulo a la médula espinal, y la médula es la que genera la respuesta a través de los nervios para generar un movimiento involuntario. Por lo tanto, este tipo de movimientos son realizados sin la autorización del cerebro.
Así pues, podemos decir que los movimientos involuntarios son realizados sin nuestra autorización. Muchos de los movimientos necesarios para mantener con vida a los seres vivos se tratan de movimientos involuntarios. De este tipo de acciones se encarga el sistema nervioso autónomo. También realizamos una gran cantidad de movimientos voluntarios durante nuestro día a día.
Diferencias los movimientos voluntarios de los involuntarios es bastante fácil, en los voluntarios tenemos consciencia, pensamos en ellos y realizamos la respuesta. Contrariamente, no pensamos en realizar movimientos involuntarios y no los ejecutamos. Recuerda siempre que las respuestas de los movimientos voluntarios se generan en el cerebro y de los involuntarios en la médula espinal.
Ejemplos de movimientos voluntarios e involuntarios
Empezamos con los ejemplos de movimientos voluntarios, los que suelen generar menos dudas porque quedan bastante claros:
- Comer y beber.
- Abrigarse cuando hace frío.
- Correr.
- Hablar.
- Saludar.
- Acostarse.
- Sentarse.
- Teclear.
- Cantar.
- Caminar.
- Coger un lápiz.
- Escribir.
Como ves, todas estas acciones las realizamos porque queremos, mandamos órdenes a nuestro cerebro y las ejecutamos siendo totalmente conscientes.
A continuación, vamos con los ejemplos de movimientos involuntarios, seguro que estos te dejan el concepto mucho más claro.
- Bombeo del corazón.
- Sudar.
- Parpadear.
- Dilatar la pupilas.
- Llorar.
- Sentir dolor.
- Cerrar los ojos al estornudar.
- El párkinson.
- Disminución o aumento de la frecuencia cardíaca.