Si estás relacionado/a con el área de la psicología habrás escuchado más de una vez el término conductismo. Esta palabra está formada por raíces latinas y su significado hace referencia a la conducta. Se trata de la filosofía de la psicología como ciencia del comportamiento, se entiende este como la interacción del individuo y su contexto, ya sea físico, biológico o social.
El conductismo o behauiorismo cuenta con más de 10 corrientes con investigaciones y autores como John Broadus Watson. Se trata de un concepto complejo, es por ello que en este artículo encontrarás algunos ejemplos de conductismo, así como información sobre sus características.
Índice
¿Qué es el conductismo?
El conductismo se trata de una corriente de la Psicología que estudia las leyes que determinan el comportamiento, tanto humano como animal. Su impulsor fue John Watson, este mantenía la idea de que el objeto de estudio de la psicología no debía ser la mente, sino la conducta. Para ello, el conductismo utiliza procedimientos experimentales empíricos para analizar el comportamiento, huyendo de métodos como la introspección.
Esta corrientes resulta muy útil durante los procesos de aprendizaje, porque establece una estrecha relación entre estímulo y respuesta, ya que asegura que el aprendizaje es la adopción de comportamientos y conductas.
Para entender el conductismo se de deben conocer los términos empleados en la teoría conductista:
- Estímulo: cualquier cosa que produzca una reacción o respuesta de un organismo.
- Respuesta: la conducta que surge en respuesta al estímulo.
- Condicionamiento: se trata de un aprendizaje que ha surgido de la asociación entre el estímulo y la respuesta.
- Refuerzo: a través de las consecuencias de las conductas aumentan la probabilidad de que vuelvan a darse.
- Castigo: funciona al revés que el refuerzo, y, por lo tanto, hace que disminuya la probabilidad que la conducta se vuelva a dar.
Características del conductismo
La teoría conductista tiene dos enfoques dependiendo de sus características.
Condicionamiento clásico
¿Te suenan los perros de Pavlov? Seguro que sí. La teoría conductista se basa en su estudio de la conducta y cómo predecirla. Pavlov defiende que el comportamiento básico se basa en que si se formulan estímulos adecuados se obtendrán respuestas deseadas.
A través de su famoso experimento con sus perros determinó que: un estímulo incondicionado genera una respuesta incondicionada. Si se consigue emparejar muchas veces el estímulo incondicionado con uno neutro, el estímulo neutro será el que termine provocando la respuesta incondicionada sin necesidad del estímulo incondicionado. Esto fue porque los perros de Pavlov terminaron salivando al escuchar una campana porque la asociaban a la comida.
Condicionamiento instrumental
También es llamado teoría del refuerzo o condicionamiento operante. Este añade un refuerzo positivo cuando se produce la unión de estímulo adecuado y respuesta esperada. Mediante este tipo de condicionamiento, las conductas y acciones pueden ser modificadas por sus consecuencias. Si a la respuesta le precede un reforzador es más fácil que se de el aprendizaje de una respuesta esperada.
Edward Thorndike realizó diversos experimentos con animales para estudiar el aprendizaje. Experimentando con una caja, un gato y refuerzos positivos extrajo que las respuestas que eran recompensadas tenían más tendencia a repetirse en un futuro, por lo que las recompensas motivan el aprendizaje.
Este tipo de condicionamiento es muy utilizado en nuestro sistema educativo actual para motivar a los alumnos.
6 ejemplos de conductismo
A continuación te dejamos algunos ejemplos de conductismo que seguro te ayudarán a entender mucho mejor esta corriente de la psicología.
- Un gato encerrado en una habitación se pone a arañar la puerta, sin querer gira el pomo y abre la puerta y puede salir. El gato aprende a abrir la puerta.
- Cada vez que una persona conecta un cargador al enchufe este da un chispazo y se asusta. Al final esta persona siente miedo y nerviosismo al conectar enchufes a la luz.
- Castigar el mal comportamiento de los alumnos hace que comprendan que deben portarse bien.
- Premiar las intervenciones en una charla hace que los asistentes participen más.
- El sistema de puntuaje en la educación es un ejemplo de conductismo.
- El timbre de las aulas está tan asociado al final de la clase que los alumnos tienden a no prestar atención una vez lo escuchan, aunque la clase siga.